10/5/17

Presentación del libro de David Galcerà "La pregunta por el hombre: Primo Levi y la zona gris"

1. ¿Por qué de nuevo Auschwitz, el campo? Hubo un tiempo en el que esta pregunta hubiera sido innecesaria: no había Levi, por tanto no tenía sentido preguntar por qué  más Levi. Cuando comenzamos en 1991 a trabajar sobre La Filosofía después del Holocausto, decíamos “en España no hay cultura del holocausto”. No había nada: ni libros, ni sensibilidad, ni conocimientos. Hoy, sí: ya no está en peligro la memoria de Auschwitz. Algunos piensan incluso que hasta puede haber un empacho… Porque, según ellos, estaríamos en la era post-Auschwitz o en la post-memoria (tiempos pues de la historia y no de la memoria).

            Mi pregunta es ¿estamos en la post-memoria o en el post-Auschwitz como piensan los que dicen que ya está bien de Auschwitz o de las víctimas? ¿Qué significa hablar de post-Auschwitz? Fijémonos que significa “post”: dejar atrás, haber superado un momento; post-modernidad: dejar atrás o de lado el proyecto ilustrado sea porque está realizado sea porque no hay que realizarle. ¿Hemos superado Auschwitz? No me refiero sólo a si están o no vigentes las lógicas que llevaron a la barbarie (la lógica del progreso), sino a esto otro: si ya hemos superado el deber de memoria porque el post-Auschwitz es la negación del deber de memoria.

1/5/17

La ciudad o la elocuencia del espacio*

            1. Asociamos memoria con tiempo -con el momento pasado del tiempo, con el tiempo pasado- pero no con el espacio que siempre está ahí, como si fuera atemporal. Por él pasa el tiempo, ciertamente (imaginemos Jerusalem: por ahí han pasado los judíos, los romanos, los templarios, los otomanos, los británicos...) pero el espacio sigue ahí, siempre el mismo.

            Es verdad que ahora hablamos de "lugares de la memoria", una expresión en la que tiempo y espacio se remiten mutuamente. Algo ha tenido que pasar ahí, ¿un cambio en el concepto de tiempo? o ¿en el de memoria?

            Desde luego en el de memoria que no sólo se refiere ya al tiempo pasado, sino también al presente, a lo ocultado por el presente. También ha habido cambio en el concepto de espacio que se ha temporalizado. Dice Benjamin que "la memoria no es un instrumento para investigar el pasado, sino su espacio público. Es el medio ambiente de lo vivido, de la misma manera que el globo terráqueo es el medio en el que yacen sepultadas las ciudades muertas" (Benjamin GS, VI, 486). Lo que quiere decir es que el tiempo pasado necesita espacio para expresarse. Sin un lugar, el pasado nos es inalcanzable: el pasado, sin superficie (ya un cuerpo o ruinas) es inexpresivo.