1. En las concepciones de la
historia que han mandado en el pasado, los vencidos tenían pocas razones que
hacer valer si por “tener razón” entendemos reconocerles capacidad semántica,
es decir, significados posibles capaces de conformar y por tanto cambiar el
curso de la historia.
Valía más bien lo que decía Voltaire
un tanto cínicamente: que para la historia “la razón del más fuerte es siempre
la que vale”.