26/1/23

La última lección de Benedicto XVI

             Benedicto XVI pasará a la historia, si hay que creer los comentarios que ha suscitado su muerte, como el teólogo que pasó de progresista a conservador y, además, como el pontífice romano que renunció a su ministerio. Se asustó cuando vio cómo muchos católicos, impulsados por el Concilio Vaticano II, pedían diálogo con el marxismo y democratización en la Iglesia. Y el susto se agravó al ver cómo los jóvenes alemanes preguntaban a sus padres, en aquellos años convulsos del 68, qué habían hecho durante el nazismo. El era un profesor universitario que, como la mayoría, pensaban que había que pasar página y no mirar atrás. Había que parar ese vendaval así que cambió de bando. La deriva conservadora le propició una gran carrera eclesiástica que le llevó hasta la Sede de Pedro. Allí no tardó en reconocer que los verdaderos problemas no venían del mundo sino que estaban dentro de la Iglesia. Con buen juicio entendió que mejor hacerse al lado para que otro, con más empuje, enderezara el rumbo del barco.

2/1/23

El fútbol, escuela de la vida

             La derrota de la selección española de fútbol en Catar ha sacado lo peor de nosotros, como esperado, pero también e inesperadamente, lo mejor. Lo peor ha sido el ancestral odio al moro que llevamos dentro. Nos ha ganado Marruecos, un país que en el imaginario español está asociado al atraso social, la enemistad política y el enfrentamiento religioso. Duele entonces doblemente la derrota: por ser vencidos y porque el ganador sea alguien considerado inferior. Este fatal sentimiento ha inundado las redes de tópicos ofensivos. Invocar a estas alturas al Cid Campeador o la Conquista de Granada, “para humillar al moro”, no es sólo hacer gala de mal perdedor sino de crasa ignorancia de la historia española. Como bien se dicen José Jiménez Lozano y Américo Castro en la Correspondencia no ha mucho publicada, esta España nuestra es un calco de la Hispania musulmana. Más les valdría a quien así desahoga vomitando tópicos preguntarse por qué España jugó tan mal y aprender de los que jugaron bien.