27/6/17

La responsabilidad europea frente a la emigración o ¿"son los refugiados la vanguardia de los pueblos"?

 1. La expresión “los refugiados, vanguardia de los pueblos” se encuentra  en un escrito de Hanna Arendt, de 1943, titulado “Nosotros los refugiados”(1). El texto es en cierto sentido biográfico. Habla de los judíos en la Europa de la primera mitad del siglo XX. Estos judíos alemanes era tan patriotas como los que más hasta que en 1933 llegaron los nazis y tuvieron que emigrar a Praga prometiéndose ser buenos checos. Apenas tuvieron tiempo de demostrarlo porque en 1937 Chequia, presionada por los nazis, se convirtió en un lugar inseguro para los judíos, así que armaron el petate y se trasladaron a Viena dispuestos a ser buenos ciudadanos austríacos, pero tras el Anchluss en 1938 se fueron a París donde fueron tratados como sospechosos alemanes y por eso les internaron en un campo de concentración de donde salen cuando Alemania invade Francia, pero para ir a un campo de exterminio.

19/6/17

La sabiduría del sur, en peligro

        Se oye decir que Europa se la juega en las elecciones francesas. Hay tambores guerracivilistas en el país vecino ya que El Frente Nacional supone la negación del alma republicana, esa forma ilustrada de ver la vida que Francia alumbró para el mundo. Con Marine le Pen perdería Francia pero también Europa porque la Unión Europea, un proyecto político nacido como respuesta a las dos guerras mundiales del siglo pasado, tiene por santos patronos a Francia y Alemania. Como decía Jorge Semprún, sin la memoria de Francia se disolvería en un santiamén la responsabilidad de Alemania.

            En un momento de claro declive intelectual, buscamos en el horizonte figuras morales que digan algo. Llegan noticias desde distintos lugares de que ha vuelto Albert Camus. Lo de menos es que ahora celebremos el 60 aniversario del Premio Nobel que murió con 47 años en un accidente de tráfico. Lo significativo es que se le reconozca como la autoridad moral del momento. No vuelve el gran escritor que fue porque ese nunca se ha ido, sino el moralista al que buena parte de la intelligentzia de su tiempo volvió la espalda. Hoy nadie discute que Camus supo estar del lado bueno en las causas que defendió: participó en la Resistencia, promovió una campaña mundial contra las armas nucleares, denunció los campos de concentración soviéticos y supo ver el terror tras la retórica de la violencia revolucionaria. Fue una rara avis entre aquellos intelectuales progresistas, compañeros de viaje del comunismo, que callaron y no quisieron ver.

10/6/17

Hablar y guardar al silencio

(Ludwig Wittgenstein, 2017, Investigaciones Filosóficas. Trad., introduc. y notas críticas de Jesús Padilla Gálvez, Editorial Trotta, Madrid)

            De las Investigaciones Filosóficas había ya una edición bilingüe, ¿por qué una nueva? Pues porque ha cambiado el original y se imponía una nueva traducción. Estamos ante un libro póstumo que el autor dejó inacabado cuando murió en 1951 y los expertos han podido sopesar en todos estos años las distintas versiones (hubo cinco) hasta dar con la formulación más elaborada, sin olvidar que las traducciones que hasta ahora circulaban miraban de reojo la versión inglesa de G.E.M. Ascombe que conocía bien a Wittgenstein pero no tan bien el alemán. Hay errores de bulto y no tuvo en cuenta todas las variantes. Por otro lado, en la traducción española de la editorial Crítica se notaba demasiado que había dos traductores no siempre bien coordinados. El resultado es esta excelente edición de Jesús Padilla quien traduce, introduce y anota el texto, producida en la factoría Trotta Editorial con su habitual pulcritud y calidad. El lector dispone ahora de una traducción y unas anotaciones que le permitirán entender mejor la revolución lingüística que protagonizaron estas Investigaciones filosóficas.

5/6/17

Armas que sobran, palabras que faltan

            La entrega definitiva de sus armas, tras siete años sin violencia, carece de valor en sí misma. En nada limita la capacidad de fuego de ETA, ya extinta, ni aporta algo a la lucha antiterrorista que ha ganado la batalla a los violentos. Tiene, eso sí, un valor simbólico. Es un gesto público destinado a ser canjeado sea por beneficios penitenciarios para los presos etarras, sea por un relato de su historial que mejore el lugar de la organización y, sobre todo, de los entornos favorables con los que ha contado en el pasado y en el presente. Son muchos los que necesitan lavar su compresión, su silencio o su indiferencia.

            Por lo que respecta a la política penitenciaria, debería estar guiada por el principio de aliviar al máximo el sufrimiento causado por la pena, independientemente del desarme. Es un principio humanitario que tiene un largo recorrido porque si se les acerca al País Vasco o se les mejora la situación carcelaria para que ellos y los suyos sufran menos, se les podrá entonces exigir que ellos contribuyan en nombre del mismo principio a aliviar el sufrimiento de las víctimas y sus familiares en orden, por ejemplo, a la reconstrucción de la verdad. Decir dónde y cómo murieron algunas de esas víctimas no tendría que ser visto como delación sino como expresión del mismo ideal humanitario que a ellos beneficia.