26/2/22

El escondite de Anna Frank, al descubierto

             Hace unas semanas corrió como la pólvora por el mundo entero la noticia de que unos desconocidos investigadores americanos habían descubierto que el delator del refugio donde se escondía en Amsterdam la familia de Anna Frank era un judío. La noticia de que el notario hebreo, Arnold van den Bergh, delató a los Frank para salvar a los suyos, se ha revelado inconsistente, pero lo que no carece de consistencia es el morbo internacional que acompañó la noticia. La mala conciencia que había creado la dolorosa historia de Anna Frank, tal y como nos llega desde su diario, encontraba por fin una razón para el relajo. No fue la complicidad de gente como nosotros la que explica aquel horror, sino la traición de los propios judíos. Podemos respirar tranquilos.