7/2/23

Deber de memoria. Su dimensión política y moral

             1. Confieso un cierto cansancio a la hora de hablar de memoria. Decimos todos tantas cosas que al final se nos escapa lo esencial. Quisiera en esta ocasión no pasar de largo.

             La memoria, para empezar, no es esencialmente una categoría sentimental (acordarse de las víctimas), ni tampoco una categoría rival de la historia, centrada en conocer el pasado. Yo diría que es una categoría epistémica, más próxima al pensar (con lo que éste tiene de creación) que del conocer una realidad dada.

             2. Hubo memoria antes de Auschwitz, es decir, desde el inicio de la filosofía y hasta podríamos hacer la historia de los usos de la memoria. Pero “el deber de memoria”, que es lo que hoy nos convoca,  es un concepto ligado a Auschwitz: es la propuesta o el mensaje que nos hacen los supervivientes para que el pasado no se repita. Entendieron que la experiencia extrema que había vivido no podía repetirse. Esa era su preocupación, con la particularidad de que el antídoto que proponían para evitar la repetición de la barbarie, era la memoria. De ahí el deber de recordar si queremos evitar la repetición de la catástrofe.