1.
San Juan de Letrán es una institución muy ligada a la historia de Cuba. En la
actualidad es un convento de dominicos, ubicado en El Vedado de la ciudad de La
Habana que celebra el centenario de su creación, mejor dicho, recreación porque
originariamente estuvo situado en la Habana Vieja, en el siglo XVI, en el lugar
que hoy ocupa el Colegio de San Gerónimo. Avatares de la historia llevaron a la
expropiación, expulsión y derribo para un centro comercial. El historiador de
la ciudad, Eusebio Leal, consciente de que, como decía Adorno, “cuando
desparece una tradición, algo muere de la humanidad”, se ha esforzado en
recuperar el espacio haciendo un potente guiño al pasado para recordar a los
cubanos que allí se incubó ni más ni menos que la primera universidad de La
Habana.
Me
han invitado a participar en un acto académico conmemorativo que he aceptado
por lo que tiene de memoria y de futuro. San Juan de Letrán dispone de un Aula
llamada “Bartolomé de las Casas” que es un espacio muy singular en Cuba porque
es un lugar de libertad, “La casa de Cuba” dicen que dijo el cardenal de la
ciudad. Y efectivamente por allí he visto intervenir al Nuncio del Vaticano,
cardenales y obispos, pero también profesores de la Universidad de La Habana y
prebostes del régimen que valoran y, con su presencia, avalan las prácticas
aperturistas que el Aula ofrece. Todo tiene sus riesgos. Recuerdo el encuentro
que ahí tuvimos en el año 2012 con motivo de una efeméride relacionada con el Sermón
de Montesinos. En una mesa participábamos Javier Fernández Vallina y yo mismo.
El moderador, un cubano que no las tenía todas consigo, nos pedía
insistentemente una copia del texto que íbamos a presentar. Yo tenía un guión y
me negaba a dárselo. Fernández Vallina sí le dio el texto. Lo leyó con atención
y le manifestó muy preocupado que tenía que corregir una expresión. Javier
hablaba de “pensamiento marxiano”, que pronunciado a la cubana daba un
“pensamiento marsiano” (esto es, marciano), una muestra poco amistosa del
pensamiento marxista, según el moderador. Costó hacerle entender que había una
diferencia entre el pensamiento marxista y el marxiano (que nada tiene que ver
con los peligrosos “marcianos” venidos de otro planeta). Allí todo era lo
mismo, pensamiento comunista. Si dicen que Fidel Castro no pasó de la página 20
del primer libro de El Capital de
Marx…