La equiparación que hizo Pablo Iglesias del exilio republicano con la fuga de Puigdemont, ha merecido tal desaprobación de crítica y público que no vale la pena volver sobre ello. Ni siquiera un Vicepresidente del Gobierno puede fundir la figura del tránsfuga en el molde del exiliado.
Un observatorio atento a los desarrollos multidisciplinarios de la cultura anamnética, particularmente en la relación de la memoria con la política, la moral, el derecho, la religión, la literatura y las artes escénicas. Este blog incluye una recopilación de trabajos de Reyes Mate (artículos, conferencias, reseñas ya publicados y textos inéditos). Posteriormente acogerá trabajos de otros autores.
21/2/21
Exilio y nacionalismo, dos trenes en dirección opuesta
5/2/21
Un retrovisor para este nuevo año
Para muchos sesudos analistas estos buenos deseos suenan a simplezas carentes de toda justificación. ¿Qué queremos cambios? Pero si desde siempre todo va cambiando. ¿Acaso, decían los antiguos, puede alguien bañarse dos veces en el mismo agua del río? Si lo que deseamos es salvar un planeta en peligro, rebajando la contaminación como en los meses de confinamiento, ¿queremos acaso convertir el mundo en un cementerio donde, ahí sí, nadie contamina? Lo que nos vienen a decir estos escépticos es que la vida cambia constantemente sin que eso signifique novedad alguna y, también, que vida y muerte viajen en el mismo vagón. Mejor que fiarse de sueños utópicos es, nos dicen, confiar en la ciencia que traerá vacunas contra el virus y contra la polución. Es decir, hay que seguir como si no pasara nada.