a)
Álvarez Junco desarrolla la consabida tesis de que la historia "está
regida por la objetividad"... "es una narrativa veraz, basada en pruebas documentales que se
interpretan a la luz de un esquema racional".
El
mito "en cambio, no busca ni aparenta buscar, un conocimiento contrastado
de los hechos pretéritos. Su objetivo es dar lecciones morales..."
Y
concluye: "historia y mito son, por tanto, dos formas radicalmente
distintas de acercarse al conocimiento del pasado".
Aunque
el artículo está pensado para dar caña a los nacionalismos, que se mueven más
en el mito que en la historia (algo que
comparto), lo cierto es que el esquema le podría valer para colocar a la
memoria en lugar del mito...Y eso es lo que me interesa subrayar y cuestionar,
a saber, que hay más de conocimiento "objetivo" del pasado en la
historia que en la memoria.
b)
La postura de Steiner es la opuesta:
1º
- Cita el cap. IX de la Poética de Aristóteles que dice "La
poésie est plus véridique que l'histoire".
2º
- Lo que dice Aristóteles: "Según lo dicho, resulta evidente que no es tarea
del poeta referir lo que realmente sucede sino lo que podría suceder y los
acontecimientos posibles, de acuerdo con la probabilidad o la necesidad. El
historiador y el poeta no difieren por el hecho de escribir en prosa o en
verso.... sino que "difieren en que el uno narra lo que sucedió y el otro
lo que podría suceder". Por eso el poeta es algo más filosófico y serio
que el historiador (que Steiner traduce por "La poésie est plus véridique
que l'histoire"). La una se refiere a lo universal y la otra, a lo
particular".
El traductor, Angel Capelletti,
explica en nota que "el objeto de la poesía no es el ser sino el poder
ser... Pero lo posible es aquí, para Aristóteles:
-tanto
lo que no existe pero va a existir ciertamente
-como
lo que no existe pero cuya existencia futura es más segura que su no existencia.
Es decir, excluye lo que es
metafísicamente posible pero históricamente improbable.
*La
historia trata sólo de lo que es o fue... El historiador es un cronista que
narra hechos.
**Capelleti
llama la atención sobre otra aspecto: Aristóteles y St. Tomás niegan el
carácter científico de la historia, en cuanto ésta no trata de lo universal
sino de lo particular, ni de lo necesario sino de lo contingente", pp. 68-69.
3º
- Volvamos a Steiner. Se pregunta
sorprendido por el sentido de la frase de Aristóteles: ¿cómo puede la ficción
tener más realidad que la historia?.
Para
responder echa mano de su experiencia y de la de los demás:
*Si
uno va a Venecia la va a visitar de la mano del Mercader. Shakespeare la ha
configurado.
*Si
uno va a Verona desde la estación le harán saber que está en la ciudad de Romeo
y Julieta, una ciudad en la que nunca estuvo Shakespeare ni hubo nunca Romeo ni
Julieta.
*El
autor dice que tiene muchos libros sobre la historia de Inglaterra, pero los
Ricardo II y III, el Eduardo V serán los de Shakespeare.
*Si
nos miramos hacia dentro descubriremos que nuestros celos o los de los que
conocemos son como los de Otelo, nuestra senilidad como la del Rey Lear,
nuestras ambiciones como la de Macbeth.
*Nos
situamos en el mundo haciendo más caso al mapa de las grandes ficciones
literarias que a los documentos.
*Esas
ficciones están vivas, nos guían, se transmiten, mientras que los documentos no
dicen nada, están muertos, pp. 145-146
2.
Mi comentario:
-
Lo que dice W. Benjamin de la memoria es más que lo que dice Steiner de la
ficción.
-
El problema de la historia es que:
.
no conoce hechos: el pasado es irrecuperable,
.
sino una reconstrucción en base a testimonios (escritos o verbales, huellas
materiales, etc.) de lo acontecido. Ese
es el pasado que llega a nosotros.
-
Pero ¿qué decir de todo ese pasado del que no hay trazas como esas? ¿habrá que
decir que no existió?
*La
osadía de Benjamin fue pensar que ese pasado perdido o naturalizado, no es
naturaleza muerta, sino que está vivo de alguna manera y pugna por hacerse
presente.
Reyes
Mate
(marzo
2014)